viernes, 20 de marzo de 2009

Paseo nº 3


PUNTO DE PARTIDA: CALLE DE LA FERIA


Para iniciar este magnífico paseo que ocupa el último lugar de un conjunto de recorridos literarios por nuestra ciudad, nos adentramos en el corazón del conocido barrio de San Francisco, concretamente en la “Calle de la Feria”, con la que Pío Baroja tiene especial vinculación.

PÍO BAROJA :

Nacido en Sebastián en 1872, murió en Madrid en 1956. Estudió la carrera de Medicina y ejerció como médico durante algún tiempo. Sin embargo, pronto abandonó esta profesión para dedicarse a la literatura, a la que se entregó durante el resto de su vida. Fue anarquista en su juventud, pero su ideología derivó hacia el escepticismo con el paso de los años. A pesar d ello, nunca perdió su inconformismo.
Este autor se caracteriza por su concepto de novela abierta, y por la espontaneidad y el realismo en los diálogos. Formó parte de la corriente literaria del 98.

Obras más importantes:
- Zalacaín, el aventurero.
- El árbol de la ciencia.
- La feria de los discretos.

La calle en la que nos encontramos y sus alrededores aparece descrita en
“La feria de los discretos” con gran maestría:

“Subieron a la Cuesta de Luján. Las calles vecinas estaban desiertas; en el interior de algunas casas se oía un vago rumor de guitarras; en las rejas pelaban la pava los enamorados.

-¿Ve usted? –dijo don Gil, mirando a la puerta baja de la calle de la Feria-, por la línea que la luna hace en la calle iban los fosos de la muralla.

-Muy interesante –murmuró Quintín.

-¿No se ha fijado usted en lo altas que son las casas en esta calle?

-Hombre, sí. ¿Y por qué es eso?

-Por dos razones –contestó don Gil, hecho un dómine-. Primera, por ganar la altura que les quitaba la muralla, y segunda, porque aquí se celebraban antiguamente la mayoría de los espectáculos. Allí se ejecutaba, se corrían toros y cañas, y durante los ocho días anteriores a los de la Virgen de Linares, los calceteros tenían una gran feria. Por eso en las casas hay tantas ventanas y galerías, y la calle se llama de la Feria.
(La feria de los discretos)

Seguidamente, nos dirigiremos al emblemático edificio del Museo Arqueológico.


PARADA 14: TEATRO ROMANO

El edificio en el que nos encontramos, el Museo Arqueológico Provincial, alberga en su interior restos de una grada de un antiguo teatro.

Las representaciones teatrales constituían la parte más noble de todos los juegos, aunque el pueblo prefería los espectáculos del anfiteatro.
Frente a la concepción griega, el teatro romano era de carácter profano.
En un primer momento las representaciones tuvieron lugar en el circo, más tarde, como ya sucediera en Grecia, se levantaban teatros de madera desmontables. En el año 55 a.C, Pompeyo, construyó el primer teatro de piedra en el que cabían 40000 espectadores. Al igual que en Grecia, los teatros eran de planta semicircular, con gradas para los espectadores. A diferencia del teatro griego, que se apoyaba necesariamente en la ladera de una montaña, los romanos construyeron los teatros exentos, aunque cuando las circunstancias eran favorables siguieron construyendo al modo griego.
En los primeros tiempos, las obras que se representaban eran traducciones y adaptaciones de obras griegas. Más tarde, surgieron las obras de carácter totalmente romano.
En las obras había siempre un director de escena, que compraba la obra al autor y la montaba, contratando a los actores que necesitara. Los actores eran todos hombres, incluso en los papeles de mujer y se colocaban, al igual que los griegos, máscaras.
El teatro romano no alcanzó nunca la calidad extraordinaria que tuvo el teatro griego.
Tras esto, sin prisa pero sin pausa, nos ponemos en marcha para alcanzar nuestra próxima meta: la histórica Cuesta de Peromato.

PARADA 15: CUESTA DE PEROMATO

Cuenta la leyenda que vivía en la cuesta de Pero Mato un médico, cuya esposa le fue infiel. Una noche colocaron una cuerda llena de cuernos en la puerta de su casa, lo que desencadenó la ira del galeno que acabó ahorcando a su mujer con una toalla. Fue condenado a muerte, y posteriormente indultado.

El suceso fue muy referido en la ciudad y dio lugar a varios cantares y romances, de los que ha llegado a nosotros el siguiente:

Pero Mato
mató a su mujer;
físolo tarde
físolo bien.

Esta leyenda pudo influir en la obra de Calderón El médico de su honra.
En esta calle está documentada la existencia de un corral de comedias.
Proseguimos nuestra ruta encaminándonos hacia la calle Ángel de Saavedra.

PARADA 16: CALLE ÁNGEL DE SAAVEDRA

Calle que comienza como prolongación de la
calle Jesús María junto al Conservatorio Superior de Música y que termina en el cruce con la calle Rey Heredia. A partir de este punto la calle continúa pero con el nombre de calle Blanco Belmonte.
Debe su nombre al escritor cordobés Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano, más conocido como el
Duque de Rivas.

La siguiente parada se ubica en la calle Juan de Mena.


PARADA 17: JUAN DE MENA

Esta calle se denominó con dicho nombre en recuerdo del gran autor Juan de Mena (1411-1456), poeta español que representa una de las cimas de la poesía en lengua castellana del siglo XV. Hay pocos datos sobre su vida, entre ellos que estudió en la Universidad de Salamanca y vivió en Italia. Fue cronista del rey Juan II de Castilla.
Mena realizó el intento más serio de crear una lengua poética diferente de la vulgar y ha permanecido como referencia inexcusable de un tipo de poesía culta. Para ello recurre a un metro noble y rítmico —el arte mayor—, a creaciones léxicas de ascendencias clásicas y a un profuso empleo de la retórica antigua. Su poema alegórico el Laberinto de Fortuna o Las trescientas (1444) está inspirado en la Divina Comedia del poeta italiano Dante Alighieri. Obra alegórica y mitológica cuenta cómo el poeta aparece en el palacio de Fortuna transportado por el carro de la diosa Belona. Allí se le permite que contemple la máquina del mundo que consta de tres ruedas, la del pasado, la del presente y la del futuro. Cada una de ellas está formada por siete círculos y en ellos —como hacía Dante también— sitúa a personajes históricos, excepto en la del futuro, donde lo que se hace es cantar las futuras glorias que tendrá el rey Juan II. Está considerada como la mejor plasmación de la lengua literaria del siglo XV, y durante más de un siglo ocupó un lugar preeminente en la poesía castellana, hasta que el triunfo de la poesía italianizante impuso un gusto poético distinto.
Murió en Torrelaguna, según dicen unos de dolor de costado y, según
Gonzalo Fernández de Oviedo en sus Batallas y quincuagenas, a resultas de haber caído y ser arrastrado por una mula.
Estilo
Es el primer poeta castellano que se plantea crear un lenguaje poéticamente elevado, distinto de la lengua vulgar. El castellano debe a Mena una profunda renovación, dinamizando la sintaxis por medio del
hipérbaton e incorporando nuevos elementos y neologismos: para ello toma palabras directamente del latín y sustituye con ellas palabras existentes del lenguaje popular. Así, por ejemplo, vulto por "rostro", exilio por "destierro", poluto por "sucio". Gustaba también de usar esdrújulos (diáfano, sulfúreo) con lo que consigue una peculiar sonoridad. Tal acumulación de recursos expresivos da a la poesía de Mena una forma barroca y recargada, además de un gran sonoridad y fuerza expresiva. Sus innovaciones, introducidas en un idioma todavía rudo, estaban todavía lejos de la madurez que se alcanzaría durante el periodo barroco, pero Mena es sin duda un precedente imprescindible que facilitó las líneas poéticas desarrolladas posteriormente en la literatura.

Seguro que todos habéis estado alguna vez en la parada que viene a continuación, la característica plaza de la Corredera.
PARADA 18: LA CORREDERA

La Plaza de la Corredera siempre fue un alto enclave comercial hasta el
siglo XX. La descripción de Pío Baroja en La Feria de los Discretos es un claro ejemplo de cómo era la plaza en el siglo XIX:
(...) No había dejado de los arcos rinconadas sin puesto ni columna sin tenderete al pie. En el fondo de los proches aparecían los portales de las posadas, con sus patios clásicos y sus nombres castizos como la posada de la Puya del Toro...Las alpargaterías ostentaban como enseña sus ruedos de pleita: los establecimeintos de bebidas, sus anqueles llenos de botellas de colores; las tiendas de los talabarteros, sus jáquimas, cinchas y atahares; las triperías, las vejigas y cedazos hechos de piel de burro de Lucena. Aquí, un tejedor de caña iba construyendo cestas; allá, un baratillero poníen en montón unos cuentos libros grasientos, y cerca, una vieja entantigua sacaba del fondo de una sartén una rodaja de merluza y la ponía sobre una lámina de hoja de lata.

Constituye uno de los signos de identidad de la ciudad. De origen medieval, fue testigo en el siglo XVII de autos de fe y corridas de toros. En el siglo XIX se ubicó aquí una fábrica de sombreros y se facilitó la vivienda de los obreros en la parte alta del edificio.
Ligada a la plaza aparece un término propiamente cordobés, la palabra “mantés”. Con él se hacía referencia a los muchachos indigentes de conducta reprobable y vestimenta andrajosa que abundaban aquí. Con la evolución, la palabra vino a designar persona sucia y descuidada.
Vélez de Guevara cita esta plaza en su obra “El diablo cojuelo”.

MUÑOZ MOLINA:

Con profunda sensibilidad y acierto, describe este escritor andaluz actual la plaza de la Corredera en su ensayo sobre la Córdoba Omeya (1991):

“La plaza de la Corredera, como los patios abandonados, es un paréntesis en el espacio y también en el tiempo de Córdoba, una hermosa plaza inmediatamente desmentida por la suciedad y la pobreza, un sumidero cerrado sobre sí mismo en el interior de la ciudad”.
Nos acercamos al final...¡pero aún no ha llegado el momento! aún tenemos que recordar algunos sucesos controvertidos que ocurrieron en la Torre de la Malmuerta, cuyo nombre nos da idea de las leyendas populares que encierran sus muros.

PARADA 19: TORRE DE LA MALMUERTA

Según la leyenda, un caballero cordobés, sospechando de la infidelidad de su esposa la mató. Tras esto, sin comprobarse la culpabilidad de la mujer, el caballero fue condenado a levantar la torre para expiar su culpa. Muchos son los cordobeses que afirman con rotundidad que pueden oírse los gritos de la asesinada en el interior de la torre cada noche y también las del asesino arrepentido de su fechoría.
La tradición popular liga el histórico asunto de Los Comendadores; que fue la brutal venganza que tomó de su honor conyugal el Veinticuatro de Córdoba, Fernán Alonso, al matar a su esposa adúltera, así como a sus dos parientes: el comendador de Cabeza del Buey, y el del Moral, ambos caballeros de la orden de Calatrava.
También relacionado con esta torre y con dicha leyenda se encuentra el famoso autor Lope de Vega, el cual ambientó su obra “El comendador de Córdoba” en este peculiar lugar cordobés. Escribió otra obra que se desarrolla en la capital,
“Porfiar hasta Morir” , cuya acción transcurre en el alcázar de Córdoba en el siglo XI. Es una historia de amor basada en la leyenda de Macías “el enamorado”.

Y esto se acaba...¿Última parada? ¡La Plaza de los Dolores!

PARADA 20: PLAZA DE LOS DOLORES

Mario López
Es otro de los integrantes del Grupo Cántico, junto con Ricardo Molina y Pablo García Baena. aunque nacido en Bujalance, en sus obras Córdoba no deja de estar presente, come en el soneto que aparece en esta plaza:

Se acabó.Llegamos al final de esta apasionante travesía literaria.en la que hemos aprendido la importancia de esta emblemática ciudad en el mundo de la literatura. Una ciudad cuyas calles, rincones y lugares quedaron plasmados en más de una ocasión por las expertas manos de autores que, tarde o temprano, han pasado a engrosar la lista del mundo de las letras.
Mariano Roldán

“Alguien dijo adiós a una ciudad”

“Adiós te digo, pero
te lo digo contento, porque sé
que quedas esperándome hasta siempre;
que por muchas, lejanas y confusas que fueran
las tierras que mis pasos tuviesen que medir;
muchos los laberintos que acertar,
guerras que combatir,
como un oasis, como
un último refugio para el cuerpo y el alma,
me tendrás preparada,
bienoliente de espliego, cálida de ternura,
ciudad, ciudad del alma,
tu paz , que ahora abandono”

Bibliografía:

-
http://sites.google.com/site/tutorasite
- http://www.bibliotecadecordoba.com
- http://www.artencordoba.com
- http://www.wikipedia.com

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